SUDDENLY L’ÉTÉ III.

21:::julio:::2012

“Aquella casa de allá arriba era la casa de ella. Y nunca, desde el primer día en que la vi, me ha sucedido nada tan sobrecogedor, ni tan desconcertante. Porque nunca he conocido a ninguna otra persona que me haya hecho sentirme más seguro y más inseguro, más importante y más insignificante

(…)

No la volví a ver, nunca supe qué fue de ella

(…)

En el verano del 42 asaltamos el puesto de guardacostas cuatro veces, vimos cinco películas y llovió nueve días. A Benjie se le rompió su reloj, Oscy regaló su armónica y, en un sentido muy especial, yo perdí a Hermie… para siempre».

http://youtu.be/Hdz7RHlXgDY

Verano del 42 (USA, 1971). Guión: Herman Raucher. Director: Robert Mulligan.

8 Responses to “SUDDENLY L’ÉTÉ III.

  1. coeliquore Says:

    Es curioso. Es de esas películas de las que te sabes el argumento, las canciones, todo, pero no la he visto. Quizás este verano sea el momento de hacerlo.

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  2. Fer Says:

    Preciosa la banda sonora de esta película, y preciosa Jennifer O´Neill, con una belleza como se han visto pocas en el cine moderno. Aún hoy (ya lejos de esa adolescencia de primeros amores) me conmueve el final cuando la veo.

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  3. Ícaro Says:

    Junto a él me hago remolino ahogado en la pasión y la tragedia. Su sonrisa todo vale, la ama. Ella siempre será imprescindible.

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  4. Jardin de pluie Says:

    Toda la sonrisa de ella se hace un mar oscuro que mutila su voz, un ejército de colmillos que inyectan veneno con filo de navaja.

    «Entonces te amo; entonces te odio, aunque en vano, porque me veo obligado a amarte. Entonces quisiera estar muerto, pero contigo.» (Ovidio)

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  5. CrisC Says:

    Bienvenid@, Jardin de pluie.

    Verano del 42 es un film que siempre me hace tener quince años y desear amar de modo inocente, algo difícil pero no imposible.

    Acontecen ahora el Humor y la Belleza en un estadio londinense.

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  6. Aliénor Says:

    Ayer estuve allí, recordé cómo olía a verano y tuve la sensación, casi olvidada, de que mi estómago se encogía. Tenía catorce o quince años, y fue mi primer beso: contundente, perfectamente modelado a la forma de mis labios, profundo, tierno, eterno.

    Hace tres años, le vi. Nos saludamos, reímos juntos, hablamos de muchas cosas pero, ni él ni yo, estoy segura, nos atrevimos a traspasar el límite de la prudencia y no recuperamos aquella historia.

    No era el verano de 1942 y no éramos actores de película, pero aquel beso fue el más sobrecogedor y desconcertante de mi vida.

    Nunca me han besado así.

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  7. Aliénor, ¡qué escena tan preciosa! No he visto esta película pero por lo que decís merece la pena, así que me la apunto como Coeliquore (: Sobre lo de la inocencia, no es tarea imposible siempre y cuando reguemos dentro de nosotros cierta ingenuidad y cadidez (para algun@s forma parte de su caráter guste o no), cosa que implica, bajo mi punto de vista, un gran riesgo y valor por parte del individuo que haya experimentado algún hecho doloroso. Sin querer, con la experiencia, podemos ir armándonos de un escudo protector. ¡Librémonos de él! Sin coraje no se vive, y con miedo… mucho menos! Besos para todos.

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  8. CrisC Says:

    no yerran, no lo parece, quienes viven el verano menos como una cronología que como una ontología y una poética… fugaces

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