SUDDENLY L’ÉTÉ VIII.

30:::agosto:::2012

Aquel año hacía tanto calor que se hacía necesario salir todas las noches
y a Ginia le pareció que nunca antes había comprendido el significado del verano

(…)

A veces pensaba que el verano no se acabaría nunca y que lo mejor era disfrutar de él porque al cambio de estación algo tenía que suceder.

El bello verano. Cesare Pavese.

6 Responses to “SUDDENLY L’ÉTÉ VIII.

  1. paraqueloleas Says:

    …y si no fuera por el verano, ¿qué sentido tendría el otoño?
    Me gustan los cambios de estación (o de andén).

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  2. coeliquore Says:

    Cierto, ésa es la esencia del verano: al principio parece un horizonte inacabable y luego, casi sin darnos cuenta, se ha terminado.

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  3. Atticus Says:

    Estoy sintiendo frío, he cerrado las ventanas. Es la primera noche que lo hago. Parece que quiere llover. Y no es esa atmósfera caliente y pegajosa sino un aire nuevo. En noches como esta me doy cuenta de la importancia del paso del tiempo, de lo que significan estos signos.

    Y hoy he sabido que buenos amigos y compañeros de trabajo estos últimos años no tendrán sitio el próximo curso como docentes. Una de ellas se va al extranjero a trabajar. Es un modo de exilio. Para ellos se ha acabado: el verano, la paciencia, incluso las buenas maneras.

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  4. Josevi Says:

    Se acerca el final del verano, suddenly l’automne (quizás más «caliente» que el verano) igual se hace necesario salir todas las noches también…

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  5. es lo que tienen los cambios… suceden cosas que varían lo que había… ahora, sentada en una silla con la mirada al infinito y más allá… quizá esté esperando que alguien la invite a un agua burbujeante!

    http://www.youtube.com/watch?v=2DL3RPzSZZk&feature=fvst

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  6. CrisC Says:

    a cuantos habéis acompañado mi verano con vuestros comentarios, gracias

    mi gratitud porque habéis dinamitado parte de las muchas soledades que a veces trae la molicie playera, el golferío, el fumeque sin mesura a 4’65 napos el marlboro, salir de noche, una birra tras otra y el mucho sexo con mujeres venales y no

    un abrazo, besos: feliz entrada en el curso del otoño que asoma

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