PETER NORMAN
9:::septiembre:::2016
O
La imagen es un icono olímpico y de la Historia del Siglo XX.
I
La década de los 60 contempla en USA la lucha contra la segregación racial. 32 años antes Owens fue recibido en Nueva York por una multitud, pero tuvo que seguir sentándose en la parte trasera de los autobuses.
Roosevelt no lo recibió en la Casa Blanca.
II
En los Juegos Olímpicos de México (1968), Tommie Smith y John Carlos, medallas de oro y bronce en los 200 m lisos, en la entrega de medallas alzan el puño con un guante negro. Es el símbolo del Black Power.
Protestaron por el racismo en USA y el apartheid en Sudáfrica.
Las consecuencias de su gesto no tardaron. Una alianza de incontables poderes los cubrió de feroces críticas y los condenó al ostracismo social. Hoy la Historia les ha reconocido aquella dignidad.
Su imagen -aquellos puños en alto- fue inmortalizada en una estatua en la Universidad Estatal de San José, California. Allí estudiaron. La obra de acero, bronce y mosaicos mide 6 metros de altura.
Pero ahí falta alguien, el menos conocido de esta historia.
III
El tercer hombre de la foto es el australiano Peter Norman.
Fue medalla de plata en la carrera. Smith y Carlos le hicieron saber lo que iban a hacer. Éste les expresó su apoyó y colocó en su pecho un adhesivo del Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos.
Su gesto tuvo también consecuencias: al ser preguntado declaró no sólo su apoyo a Smith y Carlos, también su oposición a la política discriminatoria de Australia contra los aborígenes.
Fue denostado por las autoridades olímpicas y la prensa australiana.
Siguió practicando atletismo, pero contrajo gangrena tras una lesión en su tendón de Aquiles y estuvo a punto de ser amputado. Contrajo una depresión y se volvió adicto al alcohol.
Las autoridades de su país lo ignoraron en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, pero lo invitaron los norteamericanos cuando se enteraron de que su propio país lo había marginado.
Peter pronunció un discurso en la inauguración de la estatua de Tommie Smith y John Carlos. Un ataque cardíaco acabó con su vida el 3 de octubre de 2006 en Melbourne a los 64 años.
IV
Smith y Carlos fueron los portadores del féretro en su funeral.
For What It’s Worth. Buffalo Springfield.
© Six Roy
CRISCRACTAL 
9:::septiembre:::2016 at ''22:59''
Los sistemas enfermizos, basados en presunciones infantiles de superioridad, son la oportunidad para que el humano se muestre altruista, inconforme y rabioso.
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10:::septiembre:::2016 at ''2:45''
Es una cruel y, sin contradicción, hermosa paradoja -cierto, Vicky-, que la bajeza de muchos dé ocasión a la altura moral de unos pocos.
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10:::septiembre:::2016 at ''12:13''
La figura de Peter Norman me recuerda a Claudette Colvin. Comparten la sombra. En la actualidad pocas personas sabrán quien es la Sra. Colvin. Sin embargo, la cosa cambia si hablamos a Rosa Parks y su protagonismo en el movimiento por los derechos civiles.
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10:::septiembre:::2016 at ''14:25''
No la conocía, Ali. Veo que su historia personal es paralela a la de Rosa. Ambas merecen nuestro reconocimiento.
https://es.wikipedia.org/wiki/Claudette_Colvin
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10:::septiembre:::2016 at ''19:50''
Héroes necesarios y desconocidos, CrisC, por mí.
Olvidados por otros.
Hechos emerger por ti.
Bella y triste entrada.
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11:::septiembre:::2016 at ''12:11''
Hay gestos que le dan sentido a la condición humana. Solo nos llegan aquellos que por cualquier razón, trascienden en la prensa o en las redes.
Pero estoy convencida de que cada día se producen millones de ellos en cualquier rincón del mundo.
El conocerlos es maravilloso.
Gracias por difundirlos.
(Ya me voy acostumbrando al avatar, con alas y despeinada).
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11:::septiembre:::2016 at ''13:17''
Quizás los héroes nos invitan a serlo también nosotros, Miguel. Bienvenido a CrisCractal.
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11:::septiembre:::2016 at ''13:23''
Casi como lo dices, hay gestos, los de unos pocos, que nos salvan a todos.
Y los hay en todo lugar. De nada, Ip. En cuanto a estos renovados bichejos…, no me había dado cuenta del cambio, igual wordpress este verano ha empinado mucho el codo.
Y los circuitos.
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11:::septiembre:::2016 at ''19:55''
Dice Hannah Arendt que en situaciones excepcionales, y la segregación racial en EUA lo era, tan solo los seres “excepcionales” podían reaccionar “normalmente”, es decir, desde criterios morales. La mayoría además son anónimos, solo a unos pocos los conocemos.
Hoy he visto que vuelve a haber una protesta sobre lo mismo y que algunos/as deportistas (Colin Kaepernick) no se levantan cuando suena el himno nortemericano o lo escuchan de rodillas y el tema está levantando ampollas.
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11:::septiembre:::2016 at ''22:53''
Esos seres excepcionales cambian el mundo, pero antes el mundo les cobra sus osadías.
A Colin Kaepernick, algo acabo de leer, ya le pasa. Y continuará, U-top, continuará.
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12:::septiembre:::2016 at ''18:26''
Creo que a los españoles eso de los himnos, la bandera y la mano en el corazón nos resulta un tanto lejano y ajeno. Soy, no obstante, de los que cree que los símbolos hay que respetarlos, que son de todos. También creo que entre el monopolio que hace la derecha de ellos y la dejación de la izquierda, apañados estamos. En USA son cosa de todos. Por eso seguramente resultan tan provocadores estos gestos. Entiendo a quien se indigna por esa «falta de respeto», pero estos atletas no es que no respetasen a su país, sino que consideraban que todos los valores no valen lo mismo, y que hay que poner en lo más alto la igualdad (incluso la fraternidad) que la pertenencia. Hay en ellos una toma de postura reflexiva y difícil; seguramente sabían que iban a pagar peaje, pero aún así lo hicieron. Frente a la fácil y sentimental pertenencia, ellos decidieron otra cosa, fueron consecuentes.
Lo de Norman está en la misma línea: él ni siquiera pertenecía a ese país, en el que dos atletas negros protestaban. Pero, como ellos, situó la pertenencia a la especie humana (que no raza) por encima. También pagó, claro. Hizo lo difícil.
Hermoso post.
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12:::septiembre:::2016 at ''19:01''
Nunca daremos la suficiente importancia a los símbolos, nosotros, la especie simbólica por excelencia.
Las distintas banderías nacionalistas se han puesto, y se ponen, hasta sus maniqueas cejas de vender su cabra y despreciar las ajenas.
Aún así -como dices, Atticus- esos atletas hicieron “lo difícil”.
El post es hermoso. Sólo tome notas y sinteticé su hermosa historia.
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13:::septiembre:::2016 at ''18:23''
Leyendo un comentario anterior respecto a que hay que poner en lo más alto la igualdad (incluso la fraternidad) me he preguntado cuantos periódicos españoles deportivos dedicaron su portada a la inauguración de los juegos paralímpicos 2016.
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13:::septiembre:::2016 at ''22:12''
Probablemente ningún periódico, Ali, ninguno: lo cual indicia postureo y mercantilismo puro al fifty-fifty. De hecho me preguntaba el otro día -no es la primera vez- por qué los juegos olímpicos no se celebran conjuntamente con los paralímpicos. ¿Por qué no?
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16:::septiembre:::2016 at ''21:37''
Medité sobre este post y sobre sus protagonistas. Hay gestos que contienen en sí la tríada de lucidez, coraje y elegancia. Sin duda, debía estar aquí, en Criscractal. Gracias por compartirlo.
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17:::septiembre:::2016 at ''15:01''
Hay gestos de ésos, clothbbi, acuerdo contigo. Y van más allá de la anécdota, mucho más.
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18:::septiembre:::2016 at ''21:03''
Conocí su historia este verano gracias a un artículo en la revista Vice.
A diferencia de sus compañeros, la máquina mediática quiso que su vida acabara injustamente relegada al inmenso saco de los irrelevantes. Sin embargo, cuántos imprescindibles como Norman se cuentan entre ellos.
Me alegro de volver a leerte, CrisC.
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18:::septiembre:::2016 at ''22:34''
Se lanzaron contra ellos con saña, particularmente contra Norman. El Poder, que siempre es una hidra de mil cabezas, no admite disidencias.
Celebro tu relectura, Manel.
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