EL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN

15:::enero:::2012

«¿Qué era yo? La pregunta no dejaba de martirizarme (…) a partir de ese momento declaré una guerra sin cuartel a la especie». Mary Shelley. «Frankenstein o el moderno Prometeo» (1818).


Robert de Niro en Frankenstein de Mary Shelley (1994).

Uno de los pasajes del libro muestra al monstruo oculto en una especie
de cobertizo, en el que a través de unas rendijas puede contemplar la vida hogareña de una familia de campesinos.

Su desvalimiento emocional es de tal magnitud que siente a esa familia
como propia y suyos sus problemas… Su extremada empatía, soledad, o ambas, lo llevan a lágrimas de alegría o de dolor.

Así, comienza a vivir una vida diferida, una emotividad por delegación. Y construida tan sólo en su corazón, porque no hay reciprocidad. Es un visado seguro a la tragedia.

Algo del monstruo hay en las mitomanías de todos los tiempos, en ese raro fenómeno de los fans, en las filias deportivas, en esos programas de televisión en los que la gente ríe, llora, se enoja o es feliz, en esas llamadas a la radio de personas que saludan con efusividad a locutores que no conocen y a quienes relatan confesiones verdaderas.

Como el infausto monstruo, buscamos afecto en instancias y personas que inevitablemente nos son ajenas y aun nos ignoran. Quizás porque, lo escribí aquí no hace mucho, hemos vendido nuestra alma al Leviatán de la sociedad de consumo y del confort por un miserable plato de lentejas.

Despreciamos por lo común cuanto huela a tribu, esa natural e histórica forma de transitar la vida cuyo impuesto no es magro, desde luego, pero la alternativa moderna es espeluznante: optamos por el salón comedor y un tresillo de ikea en un zulo con home cinema y parquet.

Hubo un tiempo en que agradecía incluso la voz del contestador del teléfono. Y fui el monstruo de Frankenstein.

Y como él, finalmente me decidí por el Mal.

© Six Roy

22 Responses to “EL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN”

  1. Atticus Says:

    Conforme iba leyendo el post me iba viniendo a la cabeza un recuerdo: Fernando Savater, en su «Ética para Amador» habla de Frankenstein. Para que mis recuerdos no sean malos amigos que me dicen lo que no es verdad ya, lo tomo y leo (p. 133): «en la novela de Mary W. Shelley (…) la criatura hecha de remiendos de cadáveres hace esa confesión a su ya arrepentido inventor: ‘Soy malo porque soy desgraciado’. Tengo la impresión de que la mayoría de los supuestos ‘malos’ que corren por el mundo podrían decir lo mismo cuando fuesen sinceros. Si se comportan de manera hostil y despiadada con sus semejantes es porque sienten miedo, o soledad, o porque carecen de cosas necesarias que otros muchos poseen (…). O porque padecen la mayor desgracia de todas, la de verse tratados por la mayoría sin amor ni respeto, tal como le ocurría a la pobre criatura del doctor Frankenstein, a la que sólo un ciego y una niña quisieron mostrar amistad».

    Leí el libro de adulto. También vi entonces esta película en sus múltiples versiones. E, igualmente, la aparición del mito en dos magníficas películas españolas, «El espíritu de la colmena» y «Remando al viento». Creo que tanto Erice como Suárez han comprendido esa idea que yo atisbaba oscuramente, y que Savater y CrisC exponen.

    También me parece que la casi totalidad de las pelis de «monstruos» hablan de lo mismo. En la excelente narración de «Drácula» no se habla de otra cosa, y la magnífica versión de Coppola muestra un príncipe desgraciado que busca a su enamorada en la eternidad: hacer daño es el único modo de recuperar (de eternizar) su amor perdido. Por cierto, el director añadió unos primeros minutos que no están en el libro que son sobrecogedores y que explican muy bien el resto.

    http://www.youtube.com/watch?v=7BlnxN0JZMg&feature=related

    Me gusta

  2. CrisC Says:

    La edición que manejo reza así: “Mi maldad la origina mi desgracia”.

    Estoy seguro de que a ti también te habrá remitido al Nietzsche de “Nosotros los elegidos del sufrimiento” y, quizás, al capitán Acab cuando dice “Mi mayor grandeza reside en mi mayor sufrimiento”.

    La inmensa mayoría de los malvados, empero, no lo son de esta
    etiología: no lo son por desgraciados sino desde el mismísimo útero de su santa madre; otros lo son por estúpidos. Acab o la aciaga criatura de Frankenstein son otra cosa.

    La prodigiosa secuencia que linkas muestra a un Drácula (Gary Oldman está entre los muy grandes) que abraza el Mal desde un resentimiento que lo torna un nihilista radical. Acab, la criatura de Frankenstein o el mismo Drácula no son, por ello, héroes trágicos (quizás la criatura, al final, se acerca un poco).

    Desde hace tiempo cruzo con estos personajes la figura de Roy Batty,
    el desgraciado Nexus 6 de Blade Runner. Al final sí hay en él heroicidad trágica. ¿Qué te parece, Atticus?

    Uffssshh…, pero todo esto supera unas meninges, las mías, que las sacas
    de hablar de fútbol, tetas y cuatro cosillas más y empiezan a patinar summo high level.

    (Disculpad, favor, la extensión y el mucho citerío: me enmendaré).

    Me gusta

  3. Clothbbi Says:

    Monstruo de cadáveres cosidos con refuerzos de más cadáveres, pedazos de carne roída, sangrante, ingenua, que sigue latiendo a pesar de la frialdad que emana de una sociedad de islas.

    Solo quiero una palabra amable. NO. ¿Por qué no? NO. NO. NO. ¿Es que no entiende el significado de isla?

    Isla: Porción de vida rodeada de congestión.

    Un abrazo, CrisC.

    (Una enamorada de Drácula, el capitán Acab, Frankenstein, Nietzsche y Roy Batty… ¡Qué le voy a hacer! Será que me va…
    ¿la fama? ¿sus líneas de expresión? ¡Para nada! Es su… mmm… su… ¡sex-appeal! jajaja…¡Besos!)

    Me gusta

  4. Atticus Says:

    Me lo parece. Tras la sorpresa inicial, cuando la ves una y otra vez, comprendes que el Nexus 6 elige libremente su destino, su tragedia. Su acto de suprema bondad es un acto de libertad. No es un destino en el sentido habitual de la palabra, sino en el sentido griego. La cara de Harrison Ford lo dice todo: incomprensión, agradecimiento: el ser humano contempla el hermoso espectáculo de la vida (pues la muerte remite a la vida) y no hay nada que decir en ese instante: la voz en of es pensamiento, literatura.

    A mí me ha recordado siempre (y perdonad, parece una fijación) a Sísifo, empeñado en subir su roca, en cumplir con alegría su destino.

    Confiesa, CrisC, no disimules: has tenido que buscar en el diccionario las palabras «tetas» y «fútbol». No asustes a Clothbbi. Por cierto, lo malo de estos es que ni pueden ni quieren vivir en islas. (Sex-appeal de estos indiviuos, dice…).

    Me gusta

  5. CrisC Says:

    poético, Clothbbi, eso de la ingenua carne de la criatura: poética/certera definición de “isla” (añádele “zulo”)

    ¿el sex-appeal de los monstruos? (joé, dila algo, Atticus, me preocupa esta chica)

    la tragedia de Roy empieza no tanto en las muertes que acomete, incluida
    la de su padre Tyrell, cuanto en el momento en que comprende alguna de las palabras de éste (le ha dicho que brillará con doble intensidad pero la mitad, menos, de tiempo)

    y, sobre todo, cuando decide salvar la vida de quien pretende asesinarlo, Deckard, porque entonces comprende que su asesino es lo único que puede seguir haciendo valer eso que él ama y ha amado tanto: la vida

    me encantan las tetas, y me encanta la palabra tetas

    Me gusta

  6. Clothbbi Says:

    ¡Manda tetas la cosa! Jajaja 🙂 ¡Pues a mí me parecen ¡very atractive! Jajaja ¡Qué le voy a hacer si me van los montañeros! Jajaja

    ¡Un besote grande para los dos!

    Me gusta

  7. CrisC Says:

    ¿Manda tetas? Que la digas algo, Atticus, ya ves, echá’ perder…

    Me gusta

  8. Atticus Says:

    Bueno, por mí que mande. ¿Puedo elegir talla? Puestos a mandar, mejor eso que lo de Trillo. Un poco extraviada sí está: montañeros… Ahora dirá que el hombre lobo lucía un cutis como el culito de un bebé y que Jack el Destripador era un masajista del spa de turno… Ella es así, déjala.

    Me gusta

  9. coeliquore Says:

    La soledad es mala compañera si no es elegida. Pero esa tribu que nos viene impuesta no es siempre lo mejor ni lo deseable:me he especializado en querer a quien no me quiere por aquello de que eran de la tribu y no. Ya no más. Voy a probar con los que sí lo hacen, aunque sean del extrarradio.
    Mi pizquito de maldad, como si fuese sal en la comida, lo pongo con la venganza, dando a cada uno más de lo mismo que me dieron. No sé si se me entiende…
    Las tres películas que mencionáis aquí me encantaron, no sabría analizar por qué.

    Me gusta

  10. CrisC Says:

    Mucho mejor que lo de Trillo Viva Honduras, Atticus, ya te digo… Sí, la dejamos, a Clothbbi: ya es carne de infierno dantesco.

    Me gusta

  11. CrisC Says:

    La soledad, como los sueños de la razón, produce monstruos. La tribu a veces también. Esto es empirismo sobre la naturaleza humana. Sin más.

    Me gusta

  12. Mariel Says:

    En alguna ocasión he dicho que me avergüenzo de los de mi especie, como si yo fuera mejor que ellos, como si nunca hubiera deseado que me estrecharan la mano.
    Yo también suelo mirar a través de las rendijas y casi nunca me gusta lo que veo, aunque lo que no me he planteado y ahora pienso es si alguna vez alguien me ha mirado mirar por la rendija.
    Y aunque a veces lo deseo, no puedo ser mala, ni siquiera un poquito sin enfermar de arrepentimiento, y no es porque me falten motivos para la metamorfosis, pero nada, ni con redención incluida. Al fin y al cabo todos estamos hechos de trozos.

    No es extraño, niños, es que el mujerío es así de peculiar: besamos sapos viscosos con vanas esperanzas y algunos monstruos (qué remedio nos queda) nos resultan adorables.

    «Empirismo sobre la naturaleza humana»… ¿Pero eso entraba en el examen?

    Me gusta

  13. Clothbbi Says:

    jejeje… ¡Gracias, Mariel! Si es que los monstruos… ¡Es lo que tienen! jajaja… Estos niños no nos comprenden… Jajaja (:

    Me gusta

  14. CrisC Says:


    los de nuestra especie suelen estrechar bastante, sobre todo en el metro, buses, en los locales de copas y últimamente –supongo, for the moment- en la cola del Full Monty: y puedo leer hasta aquí

    que alguien te ha mirado (no sé si por rendija) puedes estar segura,
    Mariel; que estamos hechos de trozos, también: y ahí le andamos…, remedando a frank

    besáis empíricos sapirujos, cierto, je, je, je… (esto no va a examen)

    estos niños…, dice Clothbbi: no sé, me perdí la premisa explicativa del rollito cómplice éste entre féminas, uff, peligro, me las piro al sobre: zzz, zzz, zzz

    Me gusta

  15. Mariel Says:

    Si el problema no es que no estrechen… es que no me estrechan como quiero que me estrechen… vamos, clarísimo, creo yo…
    Aaaaaayyy…si me dejaran a mí elegir los trozos de quien para quien (ondiá, menudo delirio de grandeza que me he marcado por el morro, en fin…).

    El rollito féminas surgió en el mismo momento en que a alguna mente reseca por el sol se le ocurrió que mordiéramos la manzana y nos condenó pa’ los restos… no obstante, entonaré el mea culpa siempre que sea por el trozo que equivale a ese culo pinturero…

    Me gusta

  16. CrisC Says:

    ¿que no te estrechan?…, a ver si es que pinchas

    al que mordió la manzana se le hacía difícil deambular por el Edén y silbar al mismo tiempo: luego una tal Eva (una choni del lugar) lo animó al papeo y ya ves

    pinturero o no, je, je, je…, de culo vamos

    Me gusta

  17. Atticus Says:

    ¿Eva una choni? Amos, anda. Si ello fuere verdadero, llamaríase Yenny, Vane o algo más sencillo: Jennifervanessa, la del Yonathan.

    No los veo paseando por el paraíso.

    Mariel, el problema es doble: en primer lugar el vuestro, no que os estrechen, sino quién y cómo; está clarísimo. Y el nuestro, cómo saber que la Yenni, o la Eva, o mismamente Mariel, es abrazable sin riesgo de bofetada o de visita intempestiva del primo de zumosol. con boleta para el dentista de guardia. Que me veo como aquí arriba el Frankie, a cachos, de recortes de restos. Y ahora que ya no se puede fiar uno ni de la silicona, pues ya ves.

    Pero si hay poco presupuesto, para culo, que veo que este año se llevan pintureros. Sea esto lo que sea.

    Me gusta

  18. CrisC Says:

    que eres abrazable Mariel, Atticus says

    mismamente: no me le vayas a dar, por ello, una bofetá con retroceso
    o enviarle al zumoprimo, mira que aquí el galán es mesetario y, de suyo, templado y noble aunque profiera el vocablo culo sin recato ni rubor

    pinturero como el que más, y alférez en sus años de milicia toledana

    Me gusta

  19. Mariel Says:

    Pinchar pueda ser que pinche, primero porque desde que recorté el presupuesto para «pelos y demás cosas prescindibles» parezco la prima de Chewaka; y segundo porque soy un poco pez globo, que cuando no conviene me inflo y no me dejo abarcar (instinto de supervivencia, creo que lo llaman) jejeje.
    Por lo de ir de culo, don’t worry, que yo vine de culo al mundo y de momento progreso adecuadamente (o eso dicen).

    Fíjate tú, Atticus, que en este doble problema nuestro veo algunas similitudes (ay, si me oyen en Jarvar la que me dan). ¿Será tan sencillo como que falle código, canal, o alguno de los elementos de la comunicación? No, va a ser que no, mejor me quedo con la choni de la Eva y el calzones del otro, que duele menos…

    ¿Es que te falla el sentido arácnido, corazón? Pueeeess… para eso hay pocas curas, si acaso destinar el presupuesto, por poco que sea, a mejorar la mirilla y echarle horas, como Frankie. Podría mandarte un power point con las directrices necesarias numeradas y con titulitos, coordenadas precisas de los puntos que te harían sumar puntos, vídeos explicativos, guías de consulta… pero no serviría de mucho, porque nuestro arma de doble filo radica en que el hecho de que conozcas a una (o a muchas) no te asegura que conozcas a las demás. Es como ir en bici: tienes que montarla para aprender a hacerlo. Tú móntalas a todas (por turnos, no nos volvamos locos), y ya aprenderás a verlas venir (una amiga de la amiga de mi amiga me contó que para aprender se debe empezar llevándose muy poco de algunas para acabar robándoselo todo a una).

    Me gusta

  20. paraqueloleas Says:

    …pues para mi que sí falla el canal, pero el directo. Nada de leer entre líneas, que la Yenni no está pa’pensar, ni pa’discurrir, ni pa’perder el tiempo.

    Me gusta

  21. Aliénor Says:

    Y yo, que a veces envío una carta al director de algún diario, leo lo que escriben personas a las que no tengo el gusto ni el disgusto de conocer en cuerpo presente, me dejo envolver por música que ni siquiera entiendo, me embeleso delante de un cuadro, veo las pelis que algún iluminado produce, dirige o protagoniza, escucho la radio, veo la tele, dirijo la oreja a las conversaciones de metro -alguna vez me he pasado de estación por ello-, obviamente merodeo por la web, y otros similares actos de espionaje rendijero…, ¿en qué momento del monstruoso proceso estaré?

    Bien jugado, Mariel.

    Me gusta

  22. CrisC Says:

    ::: voto a tal y no digas idem, por dios, Mariel

    eso de parecer la primica del Chuwi, mira que con ello das aliento a pilosas parafilias y a saber: eso sí, con los recortes los lugares santos brillarán qua culín de guaje

    eso, Atticus, que las montes a toas: Mariel says

    nada de entrelíneas ni enjundias, por lo directo: Paraq says

    fíjate, Ali, que en todo esto me da que el menos monstruoso de todos
    es el propio monstruo, ya ves, así que si andas en el proceso significa que espiorrendijeas luego existes: embelésate cuanto quieras pero, favor,
    mira las estaciones del metro :::

    Me gusta


Deja un comentario