EL CAZADOR (relato de un sueño).
16:::octubre:::2009
… salgo de caza, a solas, voy armado con una gruesa lanza y noto su peso en mi brazo, percibo su poder…, a pesar de mi temor me enfrentaré a cualquier gran felino con la clara convicción de mi fuerza, más les vale no cruzarse en mi camino…, pero qué ingenuidad, mi lanza nada podría contra una partida de hienas, el gran elefante o una mamba negra
… aferro mi arma y artillo mis ojos para vislumbrar entre la escasa maleza al depredador o a mi presa, tengo hambre y no es menor este zarpazo que el que podría descargar en mi cuello un león o el gran leopardo, que no lo intenten…, por su bien
… advierto un movimiento tras los arbustos, y una presa, no sé qué es pero huelo su carne…, me acerco con sigilo, no me ha visto, es grande, llena, confiada, bien, bien… armo mi brazo y siento su destreza, el arco que dibuja mi figura en la sombra es perfecto, irreprochablemente letal, bello, brilla un filo sediento de sangre en la espuma del Sol, mis pupilas son apenas un punto nocturno, toda mi musculatura se dispone a armonizar sus vectores dispares en una sola dirección, mi boca se seca, las mandíbulas se cierran, mi aliento casi se detiene, toda la historia de mi tribu se concita para mi triunfo, mis antepasados guían mi brazo, son mi brazo, su muerte es ilusoria porque proveen mi vida, la vida
… lentamente, como en un sueño, advierto que brazo y arma son la misma cosa, la articulación de mi codo multiplica la potencia que arrancará desde mi espalda y la lanza sale de mi cuerpo, puedo seguir su movimiento dividiéndolo infinitesimalmente en el espacio y en el tiempo, puedo advertirlo con absoluta claridad, serenamente
… y siento cómo se hinca en el cuerpo de la presa, lo acomete, hiende, hiere, siento el peso de la lanza acrecido con la velocidad entrando en su carne, rompiendo secamente los tejidos, astillando los huesos, crac, cuyo sonido recrea una armónica percusión, envenenando su sangre amorosamente, despojándola del peso de vivir
… y, paradójicamente, recorre mi piel la certeza de su agradecimiento por esa privación definitiva que comienza, siento su agonía y muerte, y siento mi vida, y siento cuanto acontece en esa fracción de tiempo inexistente, y sé, cuando aún no ha penetrado en su carne del todo, que entre mi presa y yo, mi clan, la sabana, el regocijo de mis ancestros, el flujo total de cuanto existe…, no hay fronteras
… esto es lo que siento, lo que sé es esto, que soy una criatura del Universo y que no estoy solo, que nunca estuve solo…
http://www.youtube.com/watch?v=RGCXvlG0i4c
http://www.youtube.com/watch?v=Y-XNoJ8Ub64
… dedicado a mi padre In Memoriam
© CrisCrac
18:::octubre:::2009 at ''18:23''
¡Bravo!… sin comentarios. Bueno… uno, no lo puedo resistir: ¡Che tu!, qué bien te funcionan las reacciones químicas aleatorias de tu cerebro cuando escribes.
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18:::octubre:::2009 at ''19:57''
Hay algo indecible en este post y lo escribí en las proximidades del delirio, cerca de las costuras de la condición humana.
Hay algo profundo, maravilloso, inefable.
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18:::octubre:::2009 at ''20:37''
Consigues que el lector se meta de lleno en la piel del cazador, y luego de su presa. Y en el universo entero. Felicitaciones.
Dersu Uzala es mi película favorita. Gracias tb por esas imágenes.
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18:::octubre:::2009 at ''20:59''
Yo fui el cazador y la presa, y criatura del Universo. Lo soy.
Quizás por eso las palabras hacen posible la transubstanciación y la empatía. El entrañable viejo de Dersu Uzala es hermano de sangre del gran tigre; y el personaje de De Niro tiene por madre a la que alumbró al gran ciervo.
Gracias a vos.
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19:::octubre:::2009 at ''14:31''
Algo se mueve en las costuras de la condición humana, socio, y lo has definido muy bien: Profundo, maravilloso, inefable.
Conguito, a mí también me encanta “Dersu Uzala” y la recomiendo cuando surge la ocasión.
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19:::octubre:::2009 at ''16:58''
Yo a lo mío, CrisCrac: veo en este post a Husserl que se ha hecho zen. Quiso ir a las cosas mismas, al noema que es el en-sí, pero también el para-mí, y su palabra ha devenido su ser: el guerrero es la presa; el autor es la palabra y es el guerrero y es la presa; el lector es sobre todo la presa, también el autor, desde luego la palabra.
No se escribe sobre algo, se es ese algo. La empatía es aquí una categoría óntica (nunca ontológica). La palabra se hace piel. Innecesaria ya, transparente.
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19:::octubre:::2009 at ''22:23''
La profunda, maravillosa, inefable inmanencia. Lo místico (pero de acá, como dirían Les Luthiers).
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19:::octubre:::2009 at ''22:25''
Advierto menos filosofía que mística en esta escritura que no me pertenece. Todo indica que soy su improbable autor, pero puede ser pura apariencia.
Me parece que cacé una onda al vuelo, sin más, esto es. Hacía tiempo que no me pasaba, mucho tiempo. Es maravilloso.
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20:::octubre:::2009 at ''13:49''
¿Místico de acá?, qué bueno, y eso de: «cazar ondas al vuelo», también está bien. Qué curioso ver cómo el lenguaje que empleamos (o somos, ahora ya no estoy seguro) define bastante bien la «cosa».
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20:::octubre:::2009 at ''17:38''
JoseV: …iba a hacer la misma pregunta: ¿qué es eso de místico de acá ?(y no por lo argentino).
Lo de la «onda» lo entiendo como que estaba muy inspirado, que le salió muy bien ese relato: pura vida.
Y «la cosa»… jajaja.
Criscrac, ¿por qué dices que esta escritura no te pertenece?, ¿por ser el relato de un sueño?
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20:::octubre:::2009 at ''21:49''
Escribió Goya -o mejor, grabó- aquello de que el sueño de la razón produce monstruos. Al lenguaje le pasa otro tanto: inventado para sobrevivir, lo usamos para hacer poesía, que es otra forma de supervivencia.
«Quien se ha sumido en la poesía -escribió Holan, en Dolor– ya no puede salir». Eso me pasa. En mi poesía, tantas veces, se lo exigí a la Vida:
«Ven. Que vengas».
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20:::octubre:::2009 at ''21:54''
Creo que dije eso de la escritura porque arrebatáronme la cosa, la inspiración y las musas.
Es lo que tiene, ser un poeta deshauciado.
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21:::octubre:::2009 at ''8:08''
¡Cachis!!!: con lo guapa que estoy cuando no pregunto…
De todas formas, de los que escribimos, ¿quién está libre del deshaucio y puede tirar la primera piedra?
Ufff: otra vez pregunta. Otra.
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21:::octubre:::2009 at ''14:10''
Es un relato maravilloso y a la vez tan profundo como en ocasiones es tu vida, tus pensamientos… Eres un ser especial, diferente, y todos estos adjetivos quedan patentes sólo con leer estas bellas palabras.
Muasets.
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21:::octubre:::2009 at ''17:37''
No sé si el primero, pero de los primeros apedreadores fue David y le endiñó a Goliath. Pobre filisteo. El reyecito ya apuntaba las maneras de los blindados merkava.
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21:::octubre:::2009 at ''17:44''
Hala, hala… ¿Qué se debe, rubita? Sin IVA, plis. Muasos.
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22:::octubre:::2009 at ''13:44''
¿Cómo alguien que se expresa de semejante modo a través de la escritura puede creer que ello es fruto de reacciones químicas aleatorias del cerebro? Si fuere así, tú no tienes ningún mérito. Si no fuere así, todo el mérito es tuyo. Sabes que siempre he creído en la segunda proposición, no en la primera.
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23:::octubre:::2009 at ''14:12''
De acá o de allá, pero es claramente un texto místico.
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23:::octubre:::2009 at ''19:39''
El Azar no, lo demás todo es aleatorio. Pero resulta de variables casi infinitas, y ahí obramos. Lo llamamos Libertad a eso. Soy coautor de mi escritura, y de mi vida. Como todos.
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23:::octubre:::2009 at ''19:41''
Así es. Mística de acallá. O algo así.
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