EL NIÑO QUE GRITÓ PUTA

3:::junio:::2012

Lars von Trier firmó un
gran film: «Rompiendo las olas» (1996).

Y un soberbio ejercicio de estilo, con una preciosísima Nicole Kidman, en el film «Dogville» (2003).

Su sombría (y ajustada) concepción de la naturaleza humana me recuerda otros
dos films: «Furia» (1936) y «La jauría humana» (1966).

Esta dura tríada retrata muy bien la ingénita estulticia y consecuente brutalidad del alma humana.

Lo siento, me la pela la puta especie (huuyyyssss lo que he dichoooo) a la que pertenezco. Y por mí como si se nos lleva por delante una roca to petá con más mala leche que el cholo Simeone entrando a un merengón en el área chica. Para los que no sepan de esto…, algo muy malito.

Vi «Melancholia» (2011). Del Von éste.

Efectista, esteticista, atormentada, tueste, churra, sosipava, gilimorfa, destartalada…, un fraude.

Sí, ya sé, he perpetrado un puta.
Pues otro más: puta. Y otro: puta. Que sí, que ya voy, que ya me lavo la boca.
Que ya (puta, puta, puta y cacaculopedopís)…

http://youtu.be/H8RhHRzNI0Y

© Vil Korea

18 Responses to “EL NIÑO QUE GRITÓ PUTA”

  1. paraqueloleas Says:

    Desatao, estás desatao.
    Deja esas películas para otro momento y ve a ver «Las nieves del Kilimanjaro», que no transcurre en Tanzania sino en Marsella.
    La vi ayer y es la vida misma, sin tantas estridencias, con gente normal. Al principio parece que te vas a comer un pastelito de película, pero a los 15 minutos cambia y el pastel se convierte en saladito. Es una película que más que hacerte reflexionar lo que provoca es que sigas pensando (en el supuesto de que lo hicieras antes de entrar en el cine).

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  2. CrisC Says:

    En un sin vivir estoy; suelto de cinchas, cilicio y al queo.

    Esa peli no me da buena espina, Paraq, pero revisaré los datos que me entran por el hociquejo. Y dices bien, ja, ja, ja…, siempre en el supuesto de que el pensamiento estuviere antes y después de los dolores (que diría el inefable Little Boy of the Country).

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  3. Atticus Says:

    Hemos mantenido a menudo discusiones sobre ese cineasta que aspira a honduras metafísicas. Salvo «El jefe de todo esto», que es un gracioso divertimento alimenticio, todo lo demás que ha filmado (y he visto) me parece pretencioso y aburrido hasta la náusea.

    No coincido ni siquiera con «Rompiendo las olas», cuya idea me gusta, pero no su tono: no me la creo. Lo de «Dogville» y su secuela «Manderley» ya es de traca: coges un garaje, haces unas rayas en el suelo a modo de calles y casas, pones gente dentro y a filmar los problemas más hondos de la condición humana. Ja.

    Este hombre no distingue un ensayo filosófico (o teológico), una obra de teatro y una película. Lo siento, no comulgo con su mensaje ni con su estilo, esa especie de cine sincopado que necesita un ibuporfeno sublingual en cada plano.

    Creo, no obstante, que sí sabe hacer cine: es una cuestión de voluntad, de «estilo». Tiene sus fieles. Odio la violentísima (sin sentido) «Anticristo», pese a que tiene un comienzo magnífico, cuyo enlace incluyo. Luego se pierde en psicofonías de subconsciente.

    http://www.youtube.com/watch?v=NlNcvDtNORM&feature=fvst

    Y de la que citas… ¿dónde hay que firmar? Un amigo, medio en broma, me dijo si es que no me gustaba la rubia en tetas bajo la luna. Pues ni eso. Casi prefiero ponerlo en google, salen imágenes de más interés y no hay que dar vueltas al asunto.

    Confieso que cuando tengo un momento de debilidad y voy a ver sus pelis me llevo la petaca.

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  4. CrisC Says:

    Me divertí, sin alharacas, con El jefe de todo esto.

    Las que cito me parecen soberbias; las otras, subscribo. Teológico, sí, es muy escandinavo eso, aunque Dogville no lo es y su realismo sucio la hace muy concreta y demoledora. Y la Kidman tan desvalida y bella, qué quieres, me llegó al cardio.

    ¿”Ibuporfeno”? Ja, ja, ja… Tiés que dejar las rulas, tron, te estás matando.

    ¿Qué «rubia en tetas»? ¿Una rubia en tetas iluminada por la luna? Y yo en la idem de Valencia, cachis…

    (¡Joder con el prólogo! ¡Jodidos luteranos culposos!)

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  5. Ícaro Says:

    A mí tampoco me gustó nada «Melancholia» y coincido en lo de efectista. Me gusta el hada ángel y la imagen del cholo en el área chica. Esa película sí iría a verla. Un saludo.

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  6. paraqueloleas Says:

    Ya, es que el título es un poco cursi. Te enlazo la canción que da nombre a la peli. Fíate (o no), no es un peliculón pero te sacará de ese sinvivirentí.
    Ah! y… ‘El jefe de todo esto’ es el tipo de humor que me divierte.

    http://www.youtu.be/ODpnuhoEpgw

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  7. CrisC Says:

    El hada y la bestia…, menudo film sería. Salud, Ícaro.

    El título me suena a lejanas alusiones de mis padres cuando yo era chico. Voy a Google. Ya te digo: “Las nieves del Kilimanjaro” (Henry King, 1952), sobre relato de Hemingway. Ésta es otra. Bien.

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  8. coeliquore Says:

    No puedo con el cine nórdico. La única que conseguí ver hasta el final fue «Celebración» (y no es suya). Ni «Dogville» ni «Rompiendo las olas» las pude acabar. No sé, será que soy del sur…
    ¡Cacaculopedopis!!!!!

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  9. atticus Says:

    «Celebración»… Dios. Podría ser del Von Trier perfectamente. Desagradable y sórdida donde las haya. Debe ser el clima, la falta de sol. No sé.

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  10. paraqueloleas Says:

    Pues Atticus yo debí celebrar otra cosa porque me gustó bastante. También te digo que no sé si la vería de nuevo. Esas pelis se viven una vez.

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  11. CrisC Says:

    En general, yo tampoco digiero el cine ése, Coeliq. Será que soy de…, ¿de dónde diablos soy?

    La falta de sol va a ser, la cerveza cara (ya lo sabes, brother) y ese feroz luteranismo que se alía y alea con el frío, la tristeza y el primo de zumosol liofilizado.

    A ella la gustó bastante, Atticus, pero no va a de repetir. Aunque cuentan
    en los mentideros que ha fruido, sola o en compañía de otro, con un film de Kaurismäki… Perdónala, Señor, digo Atticus.

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  12. Atticus Says:

    Si se me permite la frivolité, el Kaurismäki me parece la versión light del núcleo duro de los fílmicos nórdicos. Es casi un Rohmer, pero con mucho frío (sus ambientes, sus películas, la sensación que dejan). Sólo he visto dos pelis suyas, pero mejorarían algo (esto es, mucho) si contratase actores y no ladrillos caravista. Tampoco estaría mal un poco más de iluminación (o mejor), porque con la excusa de la cosa escandinava y los tormentos de los actores (?) como que no se ve, y más bien parece que al proyector le faltan unas bombillas.

    De modo que, si yo fuera el ministro nórdico del ramo, bajaría de precio las cañitas y probablemente la sociabilidad aumentaría y con ello disminuiría la carga culposa de tercer sótano que alienta a todos estos.

    ¿Se ha fijado el personal que tanto en este cine como en las novelas aparecen siempre las Islas Canarias como utopía, como idea de la razón nómada?

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  13. CrisC Says:

    He visto poco al ugrofinés éste, pero se parece a Rohmer si Rohmer se ha fumado un saco de pieles de plátano macho desecado. Pero lo he visto poco, ya digo, tan poco que me sarpullían las guedejas en cuantico intentaba comprender durante diez minutos el porqué del careto sieso de su señora, actriz en sus pelis y, en efecto, epítome de los ladrillos caravista.

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  14. paraqueloleas Says:

    Ladrillos caravista, Attic, lo has ‘niquelao’.

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  15. coeliquore Says:

    A mí, aparte de los ladrillos caravista (jajaja) también m´ha encantao lo de Canarias como utopía e idea de la razón nómada. Me lo explique, porfa plis, Atticus Finch (¡casi ripio!!!!)

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  16. Atticus Says:

    Por petición popular. En primer lugar, ningún merito por lo de ladrillo caravista: no hay más que ver las pelis; no hay otro calificativo a semejantes «actores».

    Lo de las Canarias es más complejo. Veamos: hay muchos personajes en esas pelis/novelas que están pasando todos los problemas del mundo y alguno más, pero sueñan con unas vacaciones en España en general y en Canarias en particular. Cuando alguien no está (vacaciones casi siempre), sus compañeros y amigos dicen de él/ella que está en Canarias.

    Veo en ello una utopía, un no-lugar, un reverso luminoso de la fatalidad de ese larguísimo invierno sin luz ni calor. Lo de nómada es por referencias blogueras attticusianas, pero también porque es el lugar al que quisieran marcharse. Y, como dijo Kundera, el que desea marcharse del lugar en el que vive es que no es feliz.

    De modo que no hace falta que las Canarias existan, basta con que se supongan; por eso son una especie de idea regulativa, una utopia, un lugar al que querer ir, más que un lugar al que ir.

    ¿Mexpliqué?

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  17. coeliquore Says:

    All klar!!!! 🙂

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  18. CrisC Says:

    ::: ladrillos, islas afortunadas, Utopía, nómadas, felicidad, felicidades, gracias…

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