EL PENALTY DE RAMOS

28:::junio:::2012

“El espíritu libre huye de la competición”, escribe Nietzsche.

Yo acuerdo en ello, y asumo las carencias de mi espíritu. Tiendo a evitar casi todo tipo de confrontación, pero no siempre. Qué diablos…, uno es del Atleti.

El fútbol es una épica inocente. Lo he dicho mucho, soy un poco cansino
en esto… Concita muchos de sus elementos y afortunadamente excluye el principal: la Muerte. Sólo está presente en la cancha como metáfora.

Antonín Panenka (Praga, 1948) fue un futbolista checo que dio la victoria
a la selección de Checoslovaquia en la final de la Eurocopa de Fútbol de 1976 contra la selección de Alemania Federal. Lanzó un penalti tan singular que, desde entonces, a ese estilo se le llama penalti a lo panenka.

Es de una incontestable estética y eficacia.

Es un lanzamiento suave al centro de la portería que traza una lánguida parábola, tanto que si el portero se queda quieto sólo tiene que atrapar el balón tan fácilmente como se abraza a un bebé. Algunos lo hacen.

Ayer Ramos lo tiró así. Tuvo esa estética y esa eficacia. La épica fue otra cosa.

Había fallado unas semanas antes un penalti en un partido muy importante, casi de manera ridícula. Se le criticó mucho, y hubo cachondeo en las redes sociales. Le tuvo que doler. Podía no haberse propuesto para lanzar uno de los penaltis.

Nadie lo hubiera criticado, e incluso se hubiera considerado que era lo prudente. No hay otro instante más comprometido que ése para un futbolista, porque se da por sentado que un penalti no lo para un portero sino que lo falla el lanzador.

Pero Ramos pidió tirar el penalti. Ese coraje es heroico en un sentido deportivo pero también humano. Y le sumó a la belleza la determinación, la conciencia de que en sus botas estaban prendidas las ilusiones de cientos de miles de personas. No es algo con lo que se deba frivolizar.

Tiró el penalti, pasó a la Historia.

© Six Roy

http://youtu.be/gOtiIHIMei0