que nunca será cristal a pesar de su claridad
Vte. Aleixandre. Del poema Soy el destino, en el libro La destrucción o el amor.

CHILLIDA 1 :::

Abandoné mis poemas a su suerte no sin antes desalmarlos.

En su día les di luz. Los hurté a mi corazón porque el verso que no sangra es fruslería. Carne viva fueron los de ayer, y ahora son casi los de entonces.

Imposibles de otro modo en un pecho tan transparente.

Hoy convocan a las sombras, transfundidos a las venas abiertas del silencio. Y sin embargo no callan.

Dejaron de ser grafía, se alzaron a la noche obscura de mis ojos.

Al asomo gritan, queman, me delatan.

© CrisC