ESPLENDOR EN LA HIERBA

11:::abril:::2014

«… los misterios de la infancia se van como la niebla del río»
Evgueni Evtuchenko

Tres chicas. David farrés Calvo
Tres chicas. David Farrés Calvo.

I

Doce años tenía aquel niño camino de dejar de serlo.

Dos o tres más tendrían ellas…, quizás menos, pero le parecieron chicas mayores, de quince o dieciséis. Casi mujeres, y él un niño. Nunca antes las había visto.

Estaban fumando, las tres, y al crío le chocó la estampa.

Al volver a casa le contó a su madre lo de aquellas chicas y ella, con un irónico mohín, le dijo que vaya unas chicas… golfas. «Golfas», dijo su madre.

El infante se quedó con la copla del adjetivo.

Las vio días después y les espetó que eran unas golfas porque estaban fumando. Y en vez de enviarlo a pelar monas…, que hubiera sido lo natural, aquellas chicas lo acogieron entre asombradas y divertidas.

Sé que la relación duró lo que el curso y que fue inexorablemente desigual…, pero maravillosa, lúdica y, sobre todo, iniciática para él.

Y desaparecieron de su vida para siempre. Ellas, seguro, lo olvidaron.

Él a ellas no.

II

Años después revisó aquel pasaje de su memoria sentimental.

E inevitablemente le aplicó algo de hermenéutica, psicología básica y un mucho de sentido común.

Entre otras cosas porque se conocía bien.

Lo que chocó al niño no fue la circunstancia irrelevante de que aquellas chicas fumaran o no, sino la simple y poderosa presencia de tres criaturas que se le aparecían a los ojos con un significado nuevo.

Se fijó en ellas porque la Vida lo hería a primera sangre.

Se lo dijo a su madre porque le fue imposible contener en su desbordado pecho aquel vertiginoso resplandor. En aquel niño apuntaban la sombra del lobo y sus futuros dolorosos tributos.

Se atrevió a decirles una tontería porque de algún modo había que entrar a aquellos tres ángeles.

Y la Belleza lo apresó para siempre. Bendito crío…

III

Una de aquellas criaturas y aquel niño trabajan ahora juntos.

IV

No sé si decirle algo…

Girls In Their Summer Clothes. Bruce Springsteen.

“aunque nada me pueda devolver esas horas de esplendor en la hierba”
William Wordsworth

… dedicado a CV y a sus/mis amigas de entonces
© CrisC